viernes, 11 de enero de 2019

La famosa pulcritud



—¡Hermanos, —prorrumpió, el padre Orestes—, el profeta Isaías nos habla de que por el “Camino de la Santidad, el inmundo no pasará”…

—¡Nada como estar limpio para evitar ser motivo de ofensa! —Le comentó en voz baja una mujer a otra que permanecía a su lado.

En esa prueba sólida de fe estaba recapacitando Anselmo, cuando advirtió que las hermanas Domínguez estaban codeándose entre murmuraciones y risitas.

—Toda vasija de barro dentro de la cual cayere algo será inmunda, así como todo lo que estuviere en ella… —Agregó el sacerdote desde altar del sahumerio.

Cuando Anselmo quiso llamar la atención de las mujeres; se quedó de una sola pieza al ver, que a una de las señoritas Domínguez, le crepitaban las liendres y los piojos dando la impresión de que jugaban a las escondidas entre los encajes y pliegues de su largo vestido oscuro.

©Guillermo A. Castillo

3 comentarios:

  1. Como mi imaginación es portentosa :-), he imaginado escenario, hermanas beatas y un Anselmo. Un recital de costumbrismo delicioso.

    Un abrazo grande y por un fin de semana bello y sin liendres cerca. Desde este lado del mar te deseo un día inolvidable

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  2. Una idea posible, es corregir las costumbres riendo.
    Gracias de nuevo. Que no falten aquí tus portentosas imaginación.
    Felicidades.

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