Hoy
es un día común y corriente, nada importante reportan. Solo escribo que cuando teníamos deseos de
encontrarnos nuestros besos eran una forma de diálogo, aunque no encontrábamos las razones de tu olor y el mío, cuando las moscas con obscenidad
sobrevolaban nuestro lecho. Después nos refugiábamos en aquel viejo bar y con alguna que otra balada nos identifiquemos por nuestras formas de ser.
…vas
acordarte de mí, de mis dudas, de mis bromas, de mi manera de ser…
Quiero encontrarte ahora, cuando la tarde se apague y se encienda la noche. Así tengas que despedirte con un beso con
la condición de que me duré hasta tu regreso. ¡Oh, sí! recuerdo que no habías dado el primer paso
cuando te regresabas para colgarte de mis hombros y preguntarme:
—You
are happy?
Y
yo, mirándote a los ojos te respondía diciéndote que era difícil serlo, pero que aprendía a tu lado.
(Aprendí
que el más difícil no es el primer beso sino el último)
Los besos aún no dados son los mejores, pero sin duda, el personaje se muestra nostálgico con un instante concreto, que quiere revivir.
ResponderBorrarMuy bueno, con esas moscas revoloteando sobre el lecho. Una imagen potente. Un abrazo desde este lado del mar
La nostalgia, como puedes darte cuenta, es un beso a la memoria.
ResponderBorrarGracias por tu presencia en estas azules coordenadas.
Un abrazo.