jueves, 28 de febrero de 2019

Mario Mendoza (Entrevista)





(Bogotá, 1964) Se licenció en Letras en Bogotá y se graduó en Literatura hispanoamericana en la Fundación José Ortega y Gasset Toledo. Es autor de 17 novelas y ensayos entre las que se destacan Satanás (Seix Barral, 2002), galardonada con el Premio Biblioteca Breve; La travesía del vidente, Premio Nacional de Literatura del Instituto Distrital de Cultura Turismo de Bogotá en 1995; Diario del fin del mundo (2018); El libro de las revelaciones y La importancia de morir a tiempo. Acaba de terminar la saga juvenil El mensajero de Agartha, que incluye otros diez títulos. Es colaborador habitual de diversos diarios y revistas.

sábado, 23 de febrero de 2019

Conspiradores




Las viejas costumbres son muy difíciles de cambiar, dice el de rostro abotagado y lustroso de sudor que deja escapar un ruidoso bostezo. En donde nos educaron a usted y a mí, se forjó la cultura del país. Es cierto, apuntó el otro, es por es0 que el rey nos hace sentir como los más insignificantes seres del reino, concluyó mientras le lustra las botas.©Guillermo A. Castillo.

Clasificados





viernes, 15 de febrero de 2019

Uno de mi calle me ha dicho, 2a edición


Ante el clamor de mi gran público: amigos, colegas, familiares y vecinos de hacerles llegar personalmente mi libro Uno de mi calle me ha dicho, tomamos la decisión de hacer una segunda edición. 

Por lo anterior, hoy les adelanto la caratula del que próximamente irá a todas las manos interesadas, gracias a la acogida que me ha dado el poeta Hernán Vargascarreño de Ediciones Exilio en Bogotá.

A todos ellos, muchas gracias por las expectativas e impresiones manifestadas.

Un deseo


El duelo


Sabuesos


viernes, 8 de febrero de 2019

Biografía imaginada

Google

El gimnosofista Harleyb, durante una noche de insomnio, y no teniendo qué hacer, imaginó la vida de un personaje al que llamó Williamson por su vida dedicada al estudio de la genealogía vikinga. Escribió acerca de su nacimiento en Borlänge, su infancia y adolescencia en el condado de Dalecarlia, en la Suecia central. Escribió sobre su fracaso escolar motivado por el ansia precoz de estar junto a su novia todo el tiempo, de su trabajo sin paga alguna en oficios varios. Con lujo de detalles mecanografió esa larga noche. No omitió su segunda “pelea” callejera al salir del colegio, pelea que Williamson nunca olvidaría gracias a que nunca supo por qué su compañero, sin más ni más, lo instó hacerlo y él tan solo se quedó paralizado por el miedo causado por los dos primeros puñetazos que recibió. Describió su nuevo puesto como botones en un motel en las afueras del área urbana; y sobre su enlace con una de las más solicitadas hijas del administrador del hotel de alegres luces rojas, que le proporcionó un desahogo económico gracias al cual pudo hacer realidad su sueño infantil de viajar desde allí hasta donde pocos se aventuran: al desierto sahariano, la derretida antártica, la selva amazónica, los legendarios desiertos en las antípodas y las alta cumbre de Nepal. En el Techo del mundo, encontró una muerte gloriosa al despeñarse cientos de metros en un intento de ayudar a un alpinista con quien se hundió entre los sonidos del silencio y la enceguecedora luz de una verdad que allí nunca estuvo como le aseguraron en muchas agencias de viajes. Fue encontrado por uno de los sherpas de las montañas nepalesas, quien lo inhumó en el cementerio de su aldea y puso una fría lápida que decía: “Aquí yace el hombre que nunca lo paralizó el miedo”.
El gimnosofista escribió su “Vida del errante Williamson” en aquella única noche y la publicó en las redes sociales que apenas conocía. El escribano cobró cierto éxito de la crítica especializada y, por supuesto, en ventas. Tiempo después, durante otra de sus noches de insomnio, recibió una visita sorprendente: un desconocido que dijo llamarse Williamson, que al verlo se paralizó al encontrarlo a esa hora en su villa, y le preguntó acerca de las fuentes de su libro. Harleyb solo atinó a responderle que todo el texto era fruto de su imaginación nocturna y que siendo él su personaje, no le debía nada. El visitante respondió que todo el compendio era su biografía exacta y que en aquel momento se encontraba inmerso en la preparación de una expedición a la Hindú Kush-Himalaya (HKH). Que estando en los preparativos había leído el libro de un gimnosofista único de su clase y que se encontraba turbado. Esa fue la única vez que se vieron los dos hombres porque el escalador falleció en aquella montaña intentando ayudar a un gimnosofista que había fracasado en su intento de ser un auténtico escalador.
Harleyb sigue padeciendo insomnio y sigue creando semblanzas imaginarias pero ya no las escribe, me contrató a mí como su escribiente en ciernes.©Guillermo A. Castillo

viernes, 1 de febrero de 2019

HAYKUS bajo el bonsai



Tirita el calor,
el viento solo sopla
sueltas cenizas.



Vuelan palomas,
atronador silencio,
hojas en blanco.



Apasionada
dijo: te amaré siempre;
duele el olvido.



Sobre su pecho
llegan vicisitudes,
la sueño menos.

早く

Sus manos la atraen,
repique del temporal
sobre su cuerpo.


©Guillermo A. Castillo

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